El salto definitivo
Que la comunicación interna es una palanca clave en la generación de orgullo de pertenencia es algo que (me gusta pensar) pocos dudan. El reto de este ámbito de la comunicación corporativa es, en mi opinión, atreverse… Para innovar con mayúsculas.
Innovar en los formatos y maneras de contar las cosas, por supuesto. Pero hacerlo creando experiencias nunca vistas para los profesionales de la marca (actuales y potenciales) es conseguir dar el salto definitivo.
Un día nos preguntamos: ¿y si pensamos a lo grande? ¿y si exploramos otros mundos que parecían ajenos al estricto ámbito de la comunicación interna? Así que miramos al branded content pero decidimos incorporar otros elementos para multiplicar su impacto interna y externamente. Los ingredientes de la receta fueron:
– Contenido de calidad y valor añadido, que enganchara con el consumidor. Todo ello de la mano de un partner experto que en el formato que queríamos crear para que funcionara interna y externamente.
– Profesionales actuales de la marca en el corazón del proyecto como protagonistas y cocreadores del mismo. A ellos, además, les sumaríamos potenciales candidatos, ¿por qué no? Para que compartieran la experiencia con ellos y nos conocieran de una forma diferente. Así, de paso, integraríamos el proyecto en nuestra estrategia de employer branding para atraer talento. El resultado sería una experiencia con mayúsculas que incorporara además formación para todos los participantes durante el proceso creativo.
– Cultura y valores de la compañía como esencia del proyecto, con el objetivo de que el contenido se convirtiera en una herramienta para dar a conocer la empresa desde otra perspectiva (totalmente disruptiva).
– Lanzamiento externo/interno, incorporando también la experiencia de poder ver, por parte de los protagonistas, el resultado final junto a familia y amigos, eventos internos y una sólida campaña en redes sociales y medios para maximizar la difusión.
¿El resultado? Una película, un podcast, un musical y una sitcom… Formatos innovadores de marca que se convierten en activadores de engagement y de atracción de talento, pero que también elevan la comunicación interna al lugar al que ha sido llamada: como palanca clave en la construcción de reputación corporativa.
Aunque el inicio da vértigo (no nos vamos a engañar) el resultado hace que ya no quieras volver a mirar atrás.
¿Lo próximo? No cambien de canal…