La convención reunió durante dos días a 200 asistentes procedentes de diferentes puntos de Portugal y España.

El pasado 7 de febrero las calles de San Francisco se trasladaron a Madrid para albergar durante 2 días llenos de ritmo la primera Convención Anual Iberia de Benefit. Unas 200 personas viajaron desde diferentes puntos de España y Portugal para formarse en los servicios y novedades de la marca.

El Baúl de las Piqué quiso homenajear los orígenes de Benefit y transportar las famosas casas de colores de San Francisco, mejor conocidas como Damas Pintadas, al Espacio Rastro. La agencia, bajo la premisa de jugar con la precisión característica de los productos de la marca, convirtió las calles de la ciudad californiana en el escenario idílico en el que recrear un auténtico parade americano.

Es así como nació el concepto Brow Parade, una invitación a jugar con el ritmo y la precisión propia de las bandas americanas de música, en las que cada golpe de tambor requiere de una atención minuciosa y una coordinación que nace del trabajo en equipo. La idea cobró vida mediante una decoración formada por un photocall en forma de mupi, un semáforo customizado, un paso de cebra y las famosas casas pintadas, elementos que se convirtieron en el escenario de dos días de celebración.

La convención comenzó con la llegada de los asistentes al Espacio Rastro, tras acreditarlos, se planteó el primer reto logístico, hacer accesible la convención para las personas provenientes de Portugal. Es por ello que se generó un sistema de traducción simultánea formado por 2 traductores y 40 receptores que retransmitieron en directo para los llegados desde el país vecino. La mañana se dedicó a la formación y continuó con una comida tipo cocktail coronada por un postre lleno de ritmo, ya que los asistentes fueron sorprendidos con una animada batucada que los hizo bailar al compás de los tambores.

Con el fin del primer día de formación, se presentó el segundo reto, coordinar a 200 asistentes y sus equipajes para que recibieran sus maletas, se trasladaran al hotel y realizaran el check-in en un tiempo record, de manera que regresaran al Espacio Rastro al caer la noche. En apenas hora y media los invitados estuvieron de vuelta en la localización vestidos con sus mejores galas para formar parte de un baile de máscaras que comenzó con una cena en el espacio y continuó en la discoteca. Para poner el broche a un día perfecto, durante la fiesta se organizaron divertidas dinámicas, en ellas los invitados pudieron buscar a su media naranja o coronarse como rey y reina del baile.

El segundo día recibió a los asistentes con nuevas sorpresas y planteó un último desafío logístico, retransmitir en directo las novedades en los servicios ofrecidos por la marca mediante una serie de tutoriales y demostraciones. Para ello, se recurrió a una cámara que, mientras grababa la formación, mostraba a tiempo real en la pantalla principal los detalles del servicio para los 200 asistentes, permitiendo que posteriormente lo pudieran recrear con sus compañeros. Con la llegada del mediodía se puso fin a la convención y los invitados partieron rumbo a sus destinos llevándose en la maleta dos días llenos de ritmo, formación y precisión.

El Baúl de las Piqué