Givenchy se lanza a una gira llena de adrenalina de la mano de El Baúl de las Piqué
Las pistas de skate y las canchas de baloncesto callejeras sirvieron como inspiración para recrear un circuito urbano de deportes extremos.
La firma de lujo Givenchy convirtió un circuito urbano en el escenario de una gira con Madrid y Coruña como destinos. Las pistas de skate y las canchas de baloncesto callejeras sirvieron como inspiración para generar el concepto Urban Xtreme Hall, un espacio en el que atreverse a ir más allá de los límites.
La marca, de la mano de El Baúl de las Piqué, recorrió las dos ciudades durante los meses de febrero y marzo ofreciendo una experiencia atrevida y moderna en honor al lanzamiento de su fragancia Gentleman Society Extrême. Una ruta compuesta por dos eventos celebrados el 22 febrero en Madrid y el 13 de marzo en Coruña, que consiguieron reflejar el lado más arriesgado del caballero actual. Cada una de las localizaciones contó con aproximadamente 120 asistentes que fueron invitados a conocer los secretos de esta nueva fragancia a la vez que disfrutaron de una noche llena de adrenalina.
Las sorpresas protagonizaron ambos días, entre ellas la aparición del freestyler Akar, quien animó la velada improvisando rimas inspiradas en los ingredientes de la fragancia o el experto en parkour, Xavia, cuyas acrobacias dejaron a más de uno sin aliento.
Un evento solo apto para valientes en el que, en cada localización, 3 intrépidos Beauty Consultants se prestaron voluntarios para sacar sus dotes de freestyler, componiendo rimas improvisadas con la ayuda de Akar y se ofrecieron a sí mismos como obstáculos sobre los que Xavia realizó alguna de sus acrobacias. Para poner el broche a la noche, la formación y las dinámicas dieron paso a una cena tipo cocktail y a una fiesta.
La decoración fue uno de los principales retos que se planteó para El Baúl de las Piqué al necesitar que esta viajara entre las dos ciudades. Un photocall formado por cadenas, la recreación de una cancha de baloncesto y una exposición de fotografía sobre una valla de obra metalizada, entre otros elementos, crearon la atmósfera perfecta para animar a los asistentes a viajar hacia sus límites y así acercarse a su lado más extremo.