Orgullo de pertenencia al gigante invencible
Todos los que formamos parte del sector somos conscientes de todo lo que hemos vivido como industria en estos últimos años, inflación, falta de talento, una pandemia, demanda incontrolada… y como siempre un largo etcétera. Pero si hay algo que nos caracteriza a cualquiera de nosotros, y nos aúna bajo una misma respuesta, es … “no hemos parado de trabajar” y ahora más que nunca.
El sector de eventos ha demostrado una resiliencia impresionante frente a desafíos que han sacudido otros sectores de la economía global. Líderes de la reinvención continua, de vivir siempre fuera de la zona de confort, de poner un se puede sobre la mesa, imbatibles, incansables. Pero sobre todo con una capacidad de innovación y metamorfosis gigantesca. Además de la creación en estos últimos años de AEVEA como núcleo del tejido empresarial y punto de encuentro de referencia para los profesionales.
Hemos sido capaces de generar una INDUSTRIA, nuestra industria. Los eventos juegan un papel crucial tanto en la economía como en la sociedad. Monetariamente, generan empleo, ingresos y oportunidades de negocio para una amplia gama de sectores, como la hotelera, el turismo, la tecnología y los servicios. Socialmente, los eventos promueven la cohesión comunitaria, el intercambio cultural y la innovación. Este doble impacto asegura que los eventos sigan siendo una prioridad, incluso en tiempos de crisis.
Somos invencibles. Nuestra capacidad de adaptación, la integración de nuevas tecnologías, la diversificación de formatos y su impacto económico y social garantizan nuestra relevancia continua. A pesar de los desafíos, el sector no solo ha sobrevivido, sino que ha encontrado formas de prosperar, demostrando una y otra vez que los eventos son mucho más que simples reuniones; son experiencias fundamentales que unen a las personas y fomentan el crecimiento y la innovación.
Y ahora a nosotros como profesionales nos toca levantar nuestra bandera, sacar pecho y sentirnos afortunados por formar parte de todo esto. Hoy sin duda, podemos decir que estamos orgullosos, de ser lo que somos como sector. Y por supuesto como asociados, donde queda mucho por hacer y por crear, pero sobre todo pensar en lo que nos une: un espíritu invencible.